Aupa Manutu... tenías Canon, ¿verdad? ¿qué modelo?
Léete el hilo en el que hablaba de los objetivos manuales. En la primera página sobre los últimos comentarios explico el problema de tener objetivos con apertura amplia, que ofrecen muy poca profundidad de campo, con las pantallas de enfoque estándar.
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En Canon hay tres tipos: A (estándar muy luminosa) D (como la estándar pero con las líneas de los tercios) y la S (más oscura pero muy fiel en la representación de la profundidad de campo real que tiene la lente, para afinar en la zona a enfocar.
Hay algunas de ellas, que tienen en el centro los semicírculos para hacer casar las lineas (como la de la foto), que también son efectivos, pero te obligan a enfocar con el centro y después reencuadrar, lo que en determinadas ocasiones es un problema, si estamos con aperturas muy amplias y distancias cortas.
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Las pantallas de enfoque estándar, para que sean luminosas, están talladas de tal modo, que la imagen que les llega del objetivo, tras reflejarse en el espejo interior, muestran más profundidad de campo de la que realmente ofrece un objetivo de apertura amplia...
Imaginemos: Utilizamos el 135 mm. a f:2,8 y el foco exacto está a 1 metro; como tiene un profundidad de campo (a partir de ahora PDC) limitada, ofrece foco desde 98 centímetros hasta 104 centímetros... esto lo entendemos ¿verdad?
Vale, ocurre que con una pantalla de enfoque estándar, apreciamos que hay foco desde 90 centímetros hasta 120 centímetros... osea una PDC de 30 cm. aunque no sea real, aunque la PDC real sea de sólo 6 cm.
El problema está en enfocar a ojo, fiándote de lo que ves , con una referencia falsa... puedes fijarlo en 108 centímetros, creyendo que está perfecto, por el margen irreal y a la hora de ver la foto, ves que has enfocado en las orejas en lugar de las pestañas... y te queda un mal rollo