En cuanto a los encuadres... recortar una imagen, librarse de una parte o quedarse con la interesante, ha sido una acción natural para cualquier fotógrafo toda la vida; no hay nada malo en ello ni ningún aspecto negativo por hacerlo.
Pensemos que en los años del negativo, en el laboratorio colocabas la ampliadora a la altura que necesitabas para que al colocar el papel, este recogiese lo que querías. Incluso girarlo.
A partir de aquí, es la decisión de cada uno con los encuadres, reencuadres en el ordenador, los formatos, etc.
Mi opción es la de intentar no tocar el encuadre después de la toma, pero esa es la mía, que no es mejor ni peor, siempre que no modifiques la realidad. Entonces ya sí hablamos de otra cosa que no tiene el valor documental. Pasa a ser una imagen digital y pierde el estatus de “fotografía”. (esta aseveración es polémica para muchos que dirán que no
)
Con todo este mini-rollo quería coincidir con la opinión anterior de que hay cosas que me sobran. Casi te suscribo la opinión de Alex.
Siento que son fotografías a las que le falta mensaje; no hay ninguna acción reseñable más allá de la adición al los móviles, que podría ser un proyecto. Con tanto contraste solo destaca la luz... y en la luz me falta ese motivo de interés. Quizás una mirada, un gesto de una persona a otra...
Pero claro, en dos horas de paseo te encuentras lo que te encuentras, pretender traerte fotones es muy osado para cualquiera. A mí me parece que lo haces muy bien, que sabes lo que quieres. Pero la fotografía es estar en el sitio en el momento que pasan las cosas... y para eso “hay que estar”... y para conseguir que cuando estás y pasan las cosas, hagas la fotografía contandola como tú quieres hay que salir muchas mañanas.